SE INSCRIBE EN CIENTOS DE CITAS PARA IR A COMER GRATIS

“Todos sabemos que conseguir lo que quieres en la vida puede ser difícil. Por eso he decidido dejar que otra persona financie mis sueños: comer en los mejores restaurantes sin costarme un centavo”. Quien así se expresa en su Tumblr es Erin Wotherspoon, una chica de Toronto de 23 años predestinada desde la pila bautismal a degustar viandas en cuchara de plata. Pero tiene un problema. No tiene dinero para sentarse a las mesas más altas.

Así que esta aficionada al buen comer se ha encomendado como misión que los ricos puedan permitirle el lujo de satisfacer su apetito por la comida gourmet, lo único que le importa a estas alturas de su vida.

Para ello, Erin se ha abierto tropecientas cuentas en sitios de citas (como OK Cupid y el sitio líder para solteros judíos J-Date) donde se deja invitar a cenar por hombres (o mujeres) y luego la chica narra cada una de sus citas en su blog: "Restaurant tips from a serial dater". E incluso tiene una lista de los mejores restaurantes de la ciudad, con la que trata de convencer a sus citas para cenar allí.

La chica, que es aspirante a actriz, no ceja en su empeño de llegar a completar la lista de 48 restaurantes de alto copete que ha elaborado para saciar su hambre, mientras provoca sentimientos encontrados, como los que la tachan de simple meretriz gastronómica, a los que se debaten entre dejarse el sueldo para invitarla a cenar; y pasando también por los que piensan que es una “psicópata manipuladora” que lo único que busca es la repercusión mediática y los dineros que vienen detrás.

Y por lo que parece, con sus argucias ha logrado meterle un mordisco al dulce banquete de la fama. Aunque esta fama sea efímera como el humo de un consomé de pato.