domingo, 17 de noviembre de 2013 |

SOLEDAD BECERRIL LA DEFENSORA DEL PUEBLO, EL PROBLEMA ES QUE NO SABE QUE ES PUEBLO

Leo con perplejidad las declaraciones realizadas por la ¿Defensora del Pueblo?, Dª Soledad Becerril, en las que manifiesta que “en momentos de depresión o de no crecimiento, es muy difícil que esa ley tan extraordinaria se cumpla integramente", en referencia a la ley de la dependencia...



Leo con perplejidad las declaraciones realizadas por la ¿Defensora del Pueblo?, Dª Soledad Becerril, en las que manifiesta que “en momentos de depresión o de no crecimiento, es muy difícil que esa ley tan extraordinaria se cumpla integramente, y eso se sabía en el momento de su aprobación y ahora no es posible".

He tenido que volver a leer esas manifestaciones porque estaba seguro que debía ser un error de interpretación del periodista que lo había publicado, pero no, esas palabras, al estar entre comillas, son literales.

La verdad es que ya hay poco margen para la sorpresa en este País. Los atropellos a los derechos básicos y fundamentales están siendo de tal magnitud que, lo que hace unos años sería impensable, inconcebible e inadmisible, en estos momentos son portada de periódicos, cabecera de informativos y temas de reportajes. A pesar de ello, todavía tenía la “esperanza”, ingenua “esperanza”, de que ciertos pilares de nuestra sociedad como el “cumplimiento de la legislación vigente” seguían manteniendo, aunque solo fuera en parte, nuestro sistema democrático y de libertades. Hoy, Sra. Becerril, hoy Sra. ¿Defensora del Pueblo?, usted ha terminado de quitarme esa ingenua “venda” que me resistía a retirar.



“El Defensor del Pueblo es el Alto Comisionado de las Cortes Generales encargado de defender los derechos fundamentales y las libertades públicas de los ciudadanos mediante la supervisión de la actividad de las administraciones públicas”. Así se define la propia Institución, así se manifiesta cuando se presenta al ciudadano y “justifica” su razón de ser y añade “Cualquier ciudadano puede acudir al Defensor del Pueblo y solicitar su intervención, que es gratuita, para que investigue cualquier actuación de la Administración pública o sus agentes, presuntamente irregular”. Sra. Becerril, con sus manifestaciones en relación al cumplimiento de la Ley de Dependencia "sólo se puede cumplir en su integridad en momentos donde la economía tenga mejores resultados" ha dado la “estocada” definitiva a la credibilidad que pudiera tener esta Institución. Que la ALTA COMISIONADA DE LAS CORTES justifique el incumplimiento de una Ley por parte de las Administraciones Públicas sobrepasa cualquier límite. ¿Qué pasaría si un Juez, en la redacción de una sentencia, admitiera que al demandante le asiste la razón jurídica pero dictara resolución contraria “alegando” que la situación de depresión económica y no crecimiento impiden cumplir la ley?, evidentemente ese magistrado sería acusado de prevaricación y apartado de la carrera judicial.

La ¿Defensora del Pueblo? debería saber que la Ley 39/2006 de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia, ese es su nombre exacto Sra. Becerril, recoge en el Título Preliminar, Artículo 1º el derecho subjetivo de la ciudadanía a esta Ley. Supongo que usted conoce lo que jurídicamente significa este derecho subjetivo, supongo que usted sabe que las prestaciones y el derecho a recibirlas no es una subvención “graciable” que los gobiernos de turno puedan “conceder” o “retirar”. Las prestaciones y el derecho a recibirlas tienen la misma consideración y tratamiento que las prestaciones por desempleo, el pago de las nóminas, incluída por supuesto la de usted, las pensiones. La verdad es que me resulta sonrojante tener que recordarla esto, yo suponía que por su condición de “Alta Comisionada de las Cortes” usted lo sabría y lo tendría presente y no se prestaría al “lavado de cara” de las políticas que en materia de dependencia están haciendo los Ejecutivos del Partido Popular, aunque no debemos olvidar de donde procede usted y la conciencia social en la que creció, basada en la caridad y la beneficencia, y que “aclaraba” conciencias con las limosnas.


Pero, independientemente de todas las consideraciones “jurídicas”, lo más sangrante, lo más hiriente, lo más canalla es justificar el incumplimiento de la Ley “basándose” en “la mejoría de la economía”. Sra. ¿Defensora del Pueblo?, explíquele a Raúl de 9 años,con una gran dependencia reconocia, con una enfermedad rara incurable y mortal, que para recibir la prestación que tiene concedida y reconocida debe esperar a que el balance de las entidades bancarias mejoren, explíquele a Anastasio, 84 años, reconocido también como gran dependiente, 24 horas encamado,con prestación concedida, que para poder ser atendido debe esperar a que la Comisión Europea deje de “dictar” los Presupuestos al Gobierno de Rajoy. La “suerte” para usted es que, en la inmensa mayoría de casos como estos, no haría falta que lo hiciera, habrán fallecido antes.

Sra. Becerril, en un país serio, con una sociedad sana, lúcida y conocedora de sus derechos usted hoy ya sería EX-DEFENSORA DEL PUEBLO

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