Comer con las manos también tiene normas de etiqueta

El uso de los cubiertos es una costumbre que se generalizó hace apenas dos siglos, aproximadamente. Como bien se sabe, los seres humanos primitivos comían con sus manos y sólo dejaron de hacerlo por motivos de higiene y por un deseo de las clases altas de distinguirse de las más bajas.

A pesar de esto, quizás por añoranza a lo tradicional, cada vez es más común que determinados alimentos se coman con las manos. Además, para ciertos platos que son complicados de ingerir solamente con los cubiertos, como las ostras, las normas protocolares recomiendan ayudarse con las manos.

Sin embargo, esto no quiere decir que se puede comer absolutamente todo con las manos y que se vayan a descuidar los buenos modales en la mesa. Siempre hay que seguir una etiqueta, incluso para comer con las manos.

Lo primero que hay que cuidar es la higiene. Las manos deben lavarse con anticipación y, luego de manipular los alimentos, deben limpiarse con una servilleta. Las aceitunas, canapés, pastelitos y frutas pequeñas se pueden tomar libremente con los dedos, y se deben comer de un solo bocado.

En el caso del pan, no se debe tocar hasta que todos estén sentados a la mesa. Luego debe partir un trozo y llevarlo a la boca. No está bien visto que se separe la miga del pan de la corteza, ni que lo emplees para mojar en salsas o sopas.

En el caso de las almejas, mejillones y demás moluscos con concha, se debe tomar con la mano la cáscara y pinchar con el tenedor la carne. También se puede llevar directamente a la boca sin usar el tenedor, utilizando la concha como una especie de cuchara.

Las gambas, langostinos, langostas y cangrejos se pueden comer con las manos, empleando una pinza especial como ayuda. Las alcachofas, los caracoles, las chuletillas de cordero, el conejo y los espárragos son otros alimentos que se ingieren con las manos. De igual forma, la mayoría de los platos de comida rápida, como pizzas, hamburguesas, perros calientes, shawarmas, etc., se comen con las manos.