sábado, 18 de enero de 2014 |

Consejos para ser el mejor en la oficina

En la oficina, como en todas partes siempre hay alguien que destaca, y no por sus conocimientos, eso se da por hecho, sino por su actitud hacia el trabajo que les hace ganarse la confianza y el reconocimiento de la empresa y, ya de paso, un ascenso. Aquí tenemos algunos consejos para destacar.



1. Obsesiónate con la productividad. Busca siempre ir a más, dar lo mejor. Pero esto no significa vivir en el trabajo, las mejores ideas no siempre salen de echar más horas de oficina sino de administrar el tiempo y realizar otras actividades que inspiren nuevos proyectos. O, simplemente, de descansar la mente y recuperarse.

2. Resuelve problemas. Ser resolutivo es tan importante como ser productivo. La capacidad de reacción de un empleado para solucionar un problema de forma rápida y eficaz a veces dice más que su capacidad productiva. No hay que hacerlo sólo, si necesitas ayuda aprovecha que formas parte de un equipo.

3. Asume riesgos. Un error común en los jefes de los diferentes sectores consiste en asumir un rol que no les corresponde y es, el de buscar la aprobación y amistad de su equipo a toda costa y el de dictador con mano de hierro que no admite ideas que no sean las suyas. El rol correcto sería como el de un entrenador de fútbol, saca lo mejor de todos tus jugadores, anímales, ayúdales cuando no sepan seguir, hazles entrenar duro y sácales de su zona de confort para extraer cosas que ni ellos saben que tienen. Así conseguirás tu objetivo, aumentar los ingresos sacando lo mejor de todas las personas que lideras.

4. Ten una fuerte ética de trabajo. Trabaja duro porque es lo que debes hacer y no por recibir una recompensa rápida. Eso es lo que define la profesionalidad de un trabajador. Nunca bajes la guardia, no busques recompensa, sólo trabaja y los beneficios vendrán solos.

5. Encuentra a un coach. Al final los trabajadores somos personas, y como personas, las emociones mueven muchos de nuestros pasos y afectan positiva y negativamente a nuestro trabajo. El ego, el malhumor, el cansancio… todo ello afecta al rendimiento, así como a euforia. Por eso los empresarios se están dando cuenta de la importancia de la figura del coach en la empresa, un entrenador de emociones que potencie lo mejor de sus trabajadores para ser abiertos y gestionar sus emociones de manera que mejoren sus resultados.

Pero, sobre todo, ten sentido del humor y se optimista, al final pasamos casi más horas en nuestro lugar de trabajo que en cualquier otro sitio. Hagámoslo fácil a los demás y a nosotros mismos, así sacaremos los proyectos adelante y, probablemente, resultarán más convincentes y atractivos.


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