jueves, 2 de enero de 2014 |

Los remedios de la abuela contra la tos

Miel, infusiones, jarabes caseros, zumos… muchos son los remedios de la abuela contra la tos. Y, a menudo, la medicina moderna reconoce su eficacia. Pero, ¡sé prudente!, estos remedios deben utilizarse únicamente si se conoce el origen o la causa de la tos.
 

La miel, un remedio demostrado
Nuestras abuelas ya la utilizaban contra la tos… ¡Y cuánta razón tenían! Un estudio realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Pensilvania en 2007 demostró que la miel es el remedio más eficaz contra la tos en el caso niños y adolescentes. El estudio fue realizado gracias a la participación de 105 niños que sufrían de una tos muy molesta. A los niños se les administró, por grupos, una cucharada de miel antes de irse a dormir, una cucharada de jarabe contra la tos, o nada.
Según los resultados, los niños a los que se les dio miel fueron los que menos tosieron durante la noche y que, por lo tanto, mejor durmieron. No hay nada que impida a los adultos probar este remedio. ¿La posología? Media cucharilla para los niños de 2 a 5 años, una cucharilla entera para los de 6 a 11 años y dos cucharillas para los más grandes. Puedes dársela tal cual o disuelta en un vaso de leche caliente o en una infusión. Puedes añadir canela (1/4 de una cuchara pequeña) para reforzar los efectos de la miel.

Infusiones, jarabes caseros y zumos contra la tos
Nuestros abuelos fabricaban infusiones a base de plantas, algunas de las cuales tienen efectivamente una acción antitusiva. El tomillo es la más conocida. Su acción antiséptica le viene dada por el timol, uno de los compuestos activos de dicha planta. El gordolobo, el regaliz, el hinojo, la malva, el llantén o el malvavisco son otras plantas con propiedades antitusivos que podemos encontrar en forma de infusiones, jarabes o caramelos. Un ejemplo de infusión muy sencilla de hacer: hervir 3 o 4 ramitas de tomillo en 200 ml de agua, sacar las ramas cuando el agua esté amarilla, añadir 1 o 2 cucharadas de miel y listo para beber a cualquier hora del día. Marie Delmas nos da, en su libro Tisanes, recettes et remèdes d'autrefois (“Tisanas, recetas y remedios de antes”), otras recetas de infusiones contra la tos a base de plantas:

Preparar una mezcla a partes iguales de borraja, amapola, regaliz, pino (brotes), serpol, vara de oro, violetas (20g de cada planta): contar tres cucharadas soperas por cada ½ litro de agua fría. Hervir. Dejar reposar diez minutos. Filtrar. Tomar de tres a cuatro tazas al día.
Preparar una mezcla a partes iguales de mejorana, hisopo, hiedra terrestre, verónica, cola de caballo, madera de regaliz y tusilago. Utilizar dos cucharadas soperas por cada litro de agua fría. Hervir durante 10 minutos y filtrar. Beber a lo largo del día.

Otra opción son los jarabes caseros, a base de zanahorias por ejemplo. Corta rodajas de zanahoria bastante finas sin pelarlas, cúbrelas de azúcar y deja reposar la preparación toda la noche. Al día siguiente, el jarabe está listo. Puedes hacer lo mismo con nabo o cebolla. Prueba también a rallar rábano negro y beber el zumo. Y por último, prueba a dejar una cebolla pelada y cortada en dos encima de la mesita de noche mientras duermes. ¡Remedio radical contra la tos nocturna de los niños!

Tos persistente, ¡cuidado!
Todos estos remedios son aconsejables una vez se ha establecido un diagnóstico médico o cuando la tos es todavía muy reciente y no existe ningún otro síntoma preocupante. La tos puede ocultar una enfermedad grave. Por otra parte, una tos productiva y una tos seca no se curan del mismo modo. Esto es igualmente válido para los remedios “naturales”.

En caso de tos productiva, hay que favorecer la expulsión de las secreciones bronquiales vía la toma de medicamentos capaces de modificar la composición del mucus para volverlo más fluído y facilitar así su expectoración. Sin embargo, los antitusivos, es decir, los medicamentos que cortan la tos, están contraindicados.

Estos últimos están indicados para el tratamiento de la tos seca ya que su acción interrumpe el reflejo de la tos. Por eso es importante pedir consejo al farmacéutico incluso para los remedios “naturales” o caseros.

En cualquier caso, si la tos persiste después de cinco días de tratamiento, es necesario consultarlo con el médico para así buscar su causa y tratar la patología que la provoca.

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